Antiguamente, las madres y comadronas tenían la responsabilidad de la salud de los niños, hasta que en el siglo XV, se comienzan a tomar en cuenta para dar origen a la especialidad misma, que para el siglo XIX se convierte en una disciplina científica. Donde Francia y Alemania son las primeras naciones que desarrollan y ponen en práctica los conocimientos y servicios pediátricos, que se extenderá a toda Europa y a los Estados Unidos.
La enfermería pediátrica se convierte en una especialidad en la segunda mitad del siglo XIX; antes eran las matronas quienes asistían los partos; la medicina popular se usaba para tratar a niños. Para realizar su papel la enfermera pediátrica debe conocer:
1. Características biológicas del niño como son: crecimiento, morfología, inmadurez orgánica, nutrición e inmunidad.
2. Características médicas: expresividad a diferentes reacciones clínicas, influencia genética, terapéutica genuina (absorción, preparación de fármacos en dosis distintas).
3.Características sociales; ambientales y pedagógicas.
Por lo cual debe identificar sus objetivos y sus necesidades y planificar sus actividades del mejor modo posible para resolver los problemas que surjan. Entre sus principios están:
Actuar para solucionar la urgencia prestada
Ayudar a minimizar el dolor del niño y de su familia.
Mantener las funciones vitales del niño.
Mantener la integración de la piel.
Favorecer el contacto del niño con sus padres.
Tomar las medidas adecuadas para la estimulación y el desarrollo.
Preparación psicológica ante cualquier procedimiento medico.
Respetar las diferencias culturales